Ingredientes

• 125 g. de mantequilla muy fría
• 250 g. de harina de repostería
• Una pizca de sal (5 gramos)
• 70 g. de azúcar blanquilla
• 10 g. de azúcar vainillado
• 1 huevo M
• 20 bombones esféricos de chocolate
• 50 g. de chocolate blanco para postres
• 75 g. de chocolate negro para postres

Es innegable que hace ya años que Halloween llegó a España para quedarse y nosotros hemos caído en las redes de la fiesta más terrorífica del año. De entre la amplia variedad de elaboraciones que se pueden preparar para la ocasión, nos gustan especialmente estas galletas araña. Muestra ese lado amable y cuqui de Halloween, que preferimos por encima de ningún otro postre.

Preparar estas galletas es un juego de niños, quienes, ya que los mencionamos, seguro que agradecen verse involucrados en el proceso. Son tan fáciles para preparar con ellos, como las trufas momia o las ya famosas salchichas momia.

La masa de galletas no tiene ciencia alguna y, con un adulto que supervise las tareas y se encargue del horno, los más pequeños de la casa se pueden encargar de mezclar todos los ingredientes, hacer porciones de masa y darle forma. Una manera de pasar una tarde divertida en familia.

Son unas galletas tan lucidas que se pueden preparar para regalar y, si las sacáis en la sobremesa para acompañar el café, sorprenderán a vuestros invitados. Con toda seguridad os lloverán los piropos, y no será solo por su aspecto sino también por lo deliciosas que están. La combinación galleta-chocolate es garantía de éxito y queda de rechupete.

Cómo hacer galletas araña

Preparación de la base de las galletas

1. Cortamos la mantequilla en dados y la mezclamos con la harina, la sal, el huevo y los dos tipos de azúcar. Si tenemos un robot de cocina la masa estará lista en un abrir y cerrar de ojos, solo tendremos que mezclar hasta homogeneizar y listo.
2. En caso contrario mezclamos los ingredientes líquidos en un recipiente hondo y amplio, batiendo bien antes de incorporar los secos.
3. Removemos y amasamos hasta obtener una masa homogénea. Se tarda un poco más, pero el proceso es el mismo.
4. Trabajamos la masa sobre una superficie de trabajo limpia hasta dejarla lisa. Es una masa suave y fácil de manipular, nada pegajosa. La envolvemos en papel film transparente y dejamos que tome cuerpo y enfríe un poco en la nevera. Media hora será suficiente.

Forma y horneado de las galletas

1. Precalentamos el horno a 180º C, con calor arriba y abajo, y forramos un par de bandejas con papel vegetal.
2. Retiramos la masa de la nevera y dividimos en 20 porciones del tamaño más aproximado posible. Podemos usar una báscula para calcular el peso exacto y que queden idénticas. Boleamos cada una de las porciones de masa y colocamos en las bandejas de horno, dejando algo de separación entre ellas porque se esparcen ligeramente con el calor del horno.
3. Aplastamos con la palma de la mano y, con el extremo de un mazo de mortero, un sacabolas o similar. Hacemos pequeños agujeros en el centro. No tenemos que llegar a la base, solo hay que dar forma y crear el hueco en el que luego pondremos los bombones.
4. Introducimos las bandejas en el horno y cocemos 10 minutos. Retiramos y repasamos el hueco apretando con suavidad pues la masa estará caliente..
5. Devolvemos las bandejas al horno y cocemos 10 minutos más o hasta que las galletas se vean doradas, pero no en exceso. Retiramos del horno y esperamos cinco minutos antes de transferir las galletas a una rejilla y enfriar por completo.

Decoración de las galletas araña

1. Fundimos el chocolate negro y lo introducimos en una manga pastelera. Hacemos lo mismo con el chocolate blanco. Dejamos caer un pegote de chocolate negro fundido en el centro de cada galleta y colocamos encima los bombones. Actuará de pegamento y, en cuanto enfríen los bombones quedarán adheridos a la galleta.
2. Para hacer los ojos, con el chocolate blanco dibujamos dos círculos en cada bombón y con el chocolate negro dibujamos las pupilas. Terminamos las galletas dibujando las patitas, cuatro por cada lado, con el chocolate negro. Dejamos enfriar y endurecer el chocolate antes de servir.